Buenas,
a falta de la tan envidiada calidad, yo sigo aportando mis granitos de "cantidad".
Ya os comenté que Bagan es una inmensa explanada llena de templos. Suman más de dos mil, pero si nos limitamos a los más destacados nos seguimos quedando con unas cuantas docenas y ello te hace elegir entre pasar varios días o seleccionar. La forma de recorrerlos puede ser en carros de caballos o en bici. Hay quien también lo hace a pie, pero las grandes distancias te limitan el camino a recorrer. Yo opté por la primera opción y dediqué un día a ello.
La sensación con la que te deja, al menos en mi caso, es más bien agridulce. Por un lado la majestuosidad de los templos y lo relajado del recorrido entre ellos. Pero por otro la sobre saturación de vendedores y puestos de recuerdos que llega a ser agobiante. Siendo lo peor que en la mayoría de los casos están dentro de los recintos sagrados e incluso dentro de los mismos templos. A veces tratas de ver unas pinturas en los techos o paredes y te lo impiden las que han puesto en el suelo, que de verdad que dan ganas de pisotearlas. Además, en muchos casos, los vendedores te rodean y persiguen desde que te bajas del carro hasta que te vuelves a subir haciéndote muy incómoda la visita. Pero es que con Bagan, iniciaba mi recorrido por la zona más turística de Myanmar y eso supone la pesadilla para cualquier viajero.
A continuación, un resumen de los templos que recorrí.
Pagoda Shwezigon